lunes, 30 de abril de 2012

Sombra


La extraña paz de saberte así,
con un residuo de vida latiendo en este espacio
entre tú y nosotros,
se vuelve humo en los recuerdos
Y se vuelve humo
porque cuando optamos por recordarte
buscando tu sombra frente al mar,
aceptamos vivir contigo y por ti
ésta miserable circunstancia que te tiene
tendido,
dormido,
distante…
sin sombra,
sin luz,
sin playa.
La cuestión es que nos carcome no saber
cómo convencer a tu sombra
de seguir tus pasos,
no acertar en cómo convocar al eco de tus palabras
para que resuenen entre nosotros
y den tregua a esta injusta necesidad
de que seas tú quien nos consuele.
M. Salles

Mi original se encuentra en: http://vitascire.org/archives/112
Derechos reservados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Agradezco sus comentarios...